17 de diciembre de 2011

Apenas lo conozco y ya lo echo de menos, esa sensación de querer estar con él en todo momento. Pero 400km son muchos, demasiados.
Y es que me pongo mal cada vez que recuerdo su sonrisa, sus ojos azules y su cabello rubio. Te reías a propósito, solo para hacerme sonreír, sabías que mi droga eran tus bromas, nuestros pequeños enfados y tus chistes malos.
Sabías que te echaría de menos y aún así no hiciste nada para remediarlo. Supongo que he visto demasiadas películas donde el chico corre detrás de la chica suplicándole que no se marche, esperaba algo parecido, pero caí de bruces en la realidad. El tren salió de la estación y aún falta mucho para que regrese. Mucho, y se me hace eterno.

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